Sergio Scariolo ha sido uno de los grandes protagonistas de la gesta española en el Eurobasket. Probablemente, el máximo responsable, al llevar a un grupo en el que pocos o prácticamente nadie confiaba hasta la gloria. 

Y sus arengas han sido parte fundamental de ese éxito de la selección española en el campeonato. En la semifinal ante Alemania, como ya sucedió como durante todo el torneo, España no partía como favorita. El conjunto germano estaba siendo el mejor equipo del campeonato, tenía al mejor ataque y dos estrellas de la NBA: Dennis Schroder, base que acaba de fichar por Los Angeles Lakers, y Franz Wagner, gran promesa de los Orlando Magic. Y para colmo, jugaba como local. 

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"Siempre hay margen para las variantes tácticas, pero la base de nuestro juego es nuestra defensa individual y la responsabilidad que cada uno mete en ella. Tenemos que ir a por ellos, no podemos esperar a que nos arrastren a la pintura y hagan valer su superioridad física. Estaríamos perdidos", explicó Scariolo en la previa de las semifinales. 

Sergio Scariolo ofreció la habitual charla motivacional a sus jugadores en esa semifinal que fue clave, una arenga en la que el italiano dio con la clave: a "huevos", nadie iba a ganar a la selección española. 

"Si estamos ahí, los llevamos a los últimos cinco minutos (...) y ahí, ya a ver quién tiene más huevos. Podemos tener más centímetros, más tiro... pero a huevos, a este equipo no lo cambio por ninguno", soltó Scariolo entre la aprobación de sus jugadores. "Eso es", contestó Juancho Hernangómez. 

El partido llegó a un final apretado y, como vaticinó Scariolo, el triunfo fue español. Puede que por esos "huevos" a los que se refería el italiano... o simplemente porque España es un equipo con mayúsculas.